sábado, 27 de noviembre de 2010

“Puede que nos quiten la vida, ¡pero jamás nos quitarán la libertad!"

Las Guerras de independencia de Escocia fueron un conjunto de campañas militares que enfrentaron a Escocia con Inglaterra entre finales del siglo XIII y la segunda mitad del siglo XIV. El objetivo de Inglaterra era la ocupación y unión del territorio escocés, mientras que Escocia intentaba mantener su propia independencia frente a los ingleses.

La muerte de Margarita, nieta de Alejandro III rompió la línea de sucesión de los reyes de Escocia y Eduardo I de Inglaterra aprovechó la situación para proclamar el domino inglés sobre Escocia.

William Wallace fue un noble escocés que no aceptó la fidelidad al Rey Eduardo I de Inglaterra y dirigió a su país contra éste durante las Guerras de independencia de Escocia. Wallace fue un caballero ante todo valiente, que consiguió reunir a un gran número de caballeros escoceses, los convenció y los preparó para luchar contra la maquinaria profesional de Inglaterra con el fin de obtener su ansiada libertad. Desafortunadamente, William Wallace y sus caballeros no pudieron derrotar a los ingleseses, por lo que no consiguieron la independencia de su nación. En el año 1305 Wallace fue arrestado y trasladado a Londres, donde fue condenado a la horca, decapitado y descuartizado.



El año pasado Sergio nos recomendó una película que mucho tiene que ver con este tema, su nombre es Braveheart y está basada en la vida de William Wallace. Esta película refleja las luchas que este noble caballero dirigió contra los ingleses para conseguir la independencia de su país.

Lo único que puedo decir es que consiguió involucrarme por completo y hasta hacerme sentir cierto dolor con su trágico y a la vez maravilloso final. Entre todas sus cualidades, yo destaco su hermosa banda sonora y el papel del personaje William Wallace, pues me resulta increíble y envidiable la forma con la que una persona lucha hasta morir por la libertad. La fuerza, la pasión, el ingenio y el valor son las palabras con las que yo defino a este personaje, el héroe de Escocia.




A pesar de los siglos que han transcurrido hasta hoy, todavía existe el odio mutuo entre algunos países a causa de hechos que sucedieron en el pasado, y yo me pregunto, ¿por qué?.

Como ya habréis comprobado, mi obsesión es cambiar el mundo o al menos aquello que no me gusta de él, y creo que la modificación de esta absurda mentalidad sería un gran paso que, lamentablemente no está en mis manos.


4 comentarios:

  1. Otra gran aportación, Marina.
    Tu último párrafo me emociona, aunque no estoy de acuerdo con tus últimas palabras. Claro que podemos cambiar el mundo. Aunque es muy difícil, hay que ser optimistas. Aunque sea difícil, no hay que tirar la toalla...

    En cuanto a la película, a pesar de que su director-actor no es santo de mi devoción, por su carácter retrógado y discriminador, le reconozco un acierto en la grabación de "Braveheart", una película bien trazada y con un emocionante final.

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  2. Ahí está Marina, siempre optimista y con el vaso medio lleno, esperanzada en que tus acciones puedan ser motor de cambio, jajjaja. Quizás tu pesimismo sobre tus posibilidades de "cambiar el mundo" se deban a un problema de escala. Evidentemente, a corto plazo, cualquier acción individual no cambia las cosas a nivel global, pero sí que lo hacen a una escala mucho menor.

    Te agradezco que, a diferencia de muchos de tus compañer@s, las entradas que tu haces a este blog reflejen tus propios pensamientos y no un remake "copia-pega" de lo que hay por ahí.

    Respecto de la película: A mi me pasa lo mismo que a David con Mel Gibson (quien no recuerda sus "memorables" actuaciones en la saga "Arma Letal"), pero creo que la película es buena en gran medida gracias a la fotografía y a su banda sonora (no se ni la de veces que la habré escuchado).

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  3. Bueno, supongo que quise decir que no lograré nada si lo intento cambiar yo sola... xD

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